La resolución definitiva del contrato de riesgo compartido firmado entre Jindal y la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) está en marcha, y el Gobierno busca a un nuevo inversionista.
Al menos cuatro empresas internacionales, con buena solvencia económica, exteriorizaron su interés en participar en el proyecto siderúrgico del Mutún, del cual inició su salida la firma de capitales indios Jindal Steel Bolivia (JSB).
Así lo reveló el vicepresidente el Estado, Álvaro García Linera, al precisar que aún restan procedimientos legales para la resolución definitiva del contrato de riesgo compartido firmado el 18 de julio de 2007 por Jindal y la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), en representación del Estado boliviano.
“Se han acercado al país, en los últimos meses, por lo menos tres, cuatro empresas que yo conozco, serias, con buena solvencia financiera y de experiencia”, señaló García Linera durante una conferencia de prensa en la capital cruceña, el viernes.
A inicios del mes de junio, de manera puntual el día 8, Jindal envió una carta a la ESM y a los ministerios de Minería y Metalurgia, Hidrocarburos y Energía, Desarrollo Productivo y a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), en la que expresa “la intención de terminar el contrato de riesgo compartido Mutún-RC”.
La compañía mencionó entre las razones que le llevaron a tomar esta determinación la falta de entrega total del área, con todos sus títulos saneados, libres de gravámenes y disponibles para el proyecto, en el cual debía invertir alrededor de 2.100 millones de dólares.
Además del “incumplimiento para asegurar, garantizar y suministrar gas natural en los volúmenes requeridos por Jindal para el funcionamiento del complejo siderúrgico Mutún en su total capacidad”.
Ambos argumentos fueron refutados por las autoridades nacionales, quienes además señalaron que Jindal no tenía los recursos necesarios para el desarrollo del proyecto y que sólo vino al país a especular y a incrementar sus acciones en las bolsas de valores a nivel internacional, razón que dio paso a la resolución del acuerdo.
“Yo desearía que en Bolivia exista una empresa que tenga efectivo para invertir, no serán los 2.100 millones, pero tiene que tener algo de efectivo, y me parece que Jindal para Bolivia no tenía efectivo disponible”, indicó, en esa ocasión, el ministro de Minería y Metalurgia, Mario Virreira.
García Linera precisó que la resolución del contrato está en marcha y “tenemos que acabar de resolver la parte legal con Jindal”, y apuntó que “una vez de que estén bien calificadas las condiciones que se requieren para la producción, para no cometer lo que se ha cometido con la Jindal, por supuesto que vamos a convocar y vamos a informar al conjunto de las empresas del mundo”.
DATOS
• El 17 de julio de 2007, Jindal firmó un contrato de riesgo compartido con el Estado para explotar e industrializar un 50% del yacimiento de hierro del Mutún, ubicado en la provincia Germán Busch, en Santa Cruz.
• La empresa comprometió una inversión de $us 2.100 millones, de los cuales 600 millones debió haber invertido hasta mayo de 2012, situación que nunca demostró.
• El 8 de junio, Jindal envió una carta a la ESM y a los ministerios de Minería y Metalurgia, Hidrocarburos y Energía, Desarrollo Productivo y a la Comibol, en la que expresa “la intención de terminar el contrato de riesgo compartido Mutún-RC”.
• El 16 de julio, la subsidiaria de Jindal Steel & Power Limited en Bolivia dio por terminado el contrato para la explotación del hierro.
‘No repetiremos la experiencia de Jindal’
“No vamos a repetir la experiencia de Jindal, de una empresa que vino a especular, no a producir hierro, sino a especular en la bolsa de valores a nivel mundial con el hierro boliviano”, sentenció el vicepresidente Álvaro García Linera.
El segundo dignatario del Estado afirmó que se elegirá a una empresa que “asegure seriedad, tecnología, inversión rápida (y) producción rápida de acero en nuestro país”.
En tanto, la parte estatal, a través de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), continuará con la ejecución del proyecto transitando por la explotación de hierro hasta culminar con la producción de acero.
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