La intención de la siderúrgica del Mutún de vender 5,5 millones de toneladas (MT) de mineral de hierro a China en cinco años a partir del próximo cuando se estima estarán listas las instalaciones en Puerto Busch, 100 mil este año por Puerto Aguirre y 10 mil toneladas a Paraguay (La Razón 06.02.13), parece ser un paliativo al que se está echando mano para salir del entuerto de la anulación del contrato con la Jindal, a contrapelo con la política general del Gobierno de acabar con la exportación centenaria de materia prima nacional y priorizar su industrialización. Si bien las opciones son pocas para un proyecto considerado enclave de producción de mineral de hierro para las acerías del subcontinente (14 acerías en áreas costeras de Argentina, Uruguay y Brasil); acudiendo a mi posición expresada años atrás de encarar el Mutún como un proyecto modular que debería empezar con una etapa de minería (La Razón 25.02.2010), debo aclarar que se debe tener mucho cuidado con los volúmenes que se comprometen. Los recursos de mineral son muy grandes (más de 40.000 MT) pero, las reservas probadas que son las que sustentarán el proyecto siderúrgico son de 77,4 MT de 51,03% Fe (contenido de hierro) en mineral primario o "jaspilita" y 66 MT de 46-54% Fe en mineral secundario o "canga" (datos de Comibol cuando dejó el proyecto en los años 80, sin considerar el trabajo de evaluación de Jindal que fue mínimo).
La tendencia natural en minería de explotar sectores de fácil acceso y mejor ley, causará la explotación selectiva de "canga" (material suelto y en superficie) y la declinación de reservas probadas. Quiero recordar que un intento privado de los últimos tiempos pretendía llegar a la producción de "arrabio" y "hierro esponja" (productos intermedios para las acerías) en plantas a instalarse en Puerto Quijarro y Corumbá (Brasil), usando carbón vegetal y gas natural para la reducción del hierro. Aunque la aventura terminó con la expulsión de la empresa y el desarme de instalaciones por una consecuente posición política de la actual administración, el camino que se pretendía recorrer pareciera ser el adecuado en lo que a "hierro esponja" se refiere. No sería difícil instalar una planta para concentrar el mineral y elevar su ley a niveles requeridos internacionalmente, tratarlo en una planta de reducción directa con gas y obtener hierro de reducción directa (DRI).
Producir "hierro esponja" y exportar un producto con valor agregado mientras se dan las condiciones de infraestructura básica e industrial para acometer el proyecto grande de producción de acero pareciera una meta plausible.
El entrar en una frenética exportación de mineral dejaría a la larga una reserva de menor ley y de mayor complejidad al tratamiento metalúrgico. La renta que pueda generar la exportación de mineral de bajo precio desde el Mutún hasta el Asia, sería mínima por los elevados costos de transporte y fletes (el precio de importación CF R a tres meses, en Tianjin y otros centros financieros chinos, estos días era de 132,90 $us/tonelada, para finos del 62% (Fe) .
El mercado natural del Mutún, para mineral de hierro, productos intermedios, acero y sus derivados es el subcontinente. Hagamos minería y exportemos, de acuerdo, pero sin alejarnos de la meta mayor, la industrialización y en las cantidades y tiempos que garanticen el propósito principal, la siderurgia.
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