Una serie de datos recientes divulgados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), procesados por personal del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) consignados en su página web y publicados por el matutino La Razón, revelan que durante el año pasado 2017, el total de importaciones de materiales de construcción sumó cerca de 500 millones de dólares, aunque 3 millones menos que el 2016 que alcanzó la cifra de 495.65 millones de dólares. El monto es importante si se considera que la mayor parte de esos materiales corresponde a la compra de barras de acero, fierro corrugado, tubos de hierro y otros afines que nos vendieron proveedores de Brasil, del Perú y desde hace poco tiempo y en grandes lotes desde la China, cubriendo una fuerte demanda del sector boliviano de la construcción.
Se trata de un importante movimiento económico que se produce en el país y que de acuerdo a periodos especiales puede aumentar considerablemente, pues el rubro de la construcción especialmente en Santa Cruz y otras ciudades del eje central, prevén un mayor crecimiento que incluso se extenderá a otros sectores citadinos, donde factores de migración interna impelen a muchos ciudadanos a la construcción de viviendas, lo que se traduce en una mayor necesidad de materiales, especialmente los de acero, que actualmente pueden proveernos desde varios países fuera de los ya mencionados, en una abierta competencia de precios.
Hierro boliviano:
Frente a esa realidad, ejecutivos de la Confederación Nacional de Constructores de Bolivia, así como representantes de la Cámara de Construcción de Santa Cruz, han planteado de manera abierta al Gobierno la necesidad de industrializar el hierro boliviano, que se encuentra en el Mutún, precisamente en jurisdicción oriental y donde posiblemente se comience el proyecto siderúrgico en la presente gestión.
Por las cifras conocidas, la producción que logre la industria del acero en la Empresa Siderúrgica del Mutún, podrá satisfacer la demanda interna, generando un ahorro de divisas que ahora se destinan a cubrir los costos de importación de buena cantidad de materiales, favoreciendo a proveedores externos.
En Santa Cruz están expectantes del inicio de operaciones de la empresa china Sinosteel que ya desplazó personal de investigación a la zona del Mutún para evaluar y preparar el terreno y condiciones favorables al inicio de actividades de un proyecto que ya debió estar funcionando desde hace años atrás.
Impulso privado
Un intento de emprendedores bolivianos, da cuenta que desde fines del año pasado se puso en marcha un proyecto siderúrgico, m{as modesto que el Mutún pero con mayor seguridad en su consolidación para industrializar hierro de construcción, fierro corrugado y liso a partir del uso de chatarra y reducido de hierro como materia prima, correspondiendo la inversión de 140 millones de dólares a la empresa Import Export Las Lomas Ltda que ya está en el negocio con agencias en varios distritos nacionales.
El Primer Mandatario participó de la inauguración del emprendimiento, ponderando el esfuerzo empresarial y garantizando el apoyo necesario para su desarrollo, entiendo que "hay necesidad de industrializar el hierro", sabiendo que el país está avanzando notablemente en el rubro de la construcción el sector que demanda grandes cantidades de productos derivados del hierro.
Se considera que por el uso que tiene Las Lomas de materia prima especial, no verá disminuido su proyecto cuando se produzca hierro en el Mutún, además que el proyecto de la Empresa Siderúrgica del Mutún, tiene todavía un largo periodo para ingresar en su verdadera fase productiva industrial.
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