El 2015 fue un año difícil para la industria siderúrgica mundial y latinoamericana, por lo que el menor crecimiento económico en América Latina propició que los sectores demandantes de acero no tuvieran un desempeño positivo, dando como resultado un leve decrecimiento de 2% en el consumo de acero, tanto en la región como en Bolivia, así lo informó la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).
Crisis internacional afecta al sector. Rafael Rubio, director de Alacero, indicó que se estima que en 2015 el consumo de acero esté en el orden de 69 millones de toneladas, cerca de 2% por abajo del nivel registrado en 2014. Asimismo, para el caso de Bolivia, se estima que el consumo de acero la gestión pasada fue de aproximadamente 610.000 toneladas, por lo que también se prevé que experimente una reducción del 2%, respecto del año anterior.
"En Bolivia, al igual que en el resto de los países de la región, el consumo de acero está vinculado principalmente a la actividad de la construcción; sea infraestructura pública, construcción industrial, residencial y casas habitación. Aunque también existen otros sectores que demandan acero es la minería y la manufactura. Entonces la coyuntura se explica por las bajas expectativas de expansión de la economía global y regional, debido al fin de la era de los commodities y también a la crisis económica de Brasil, principal consumidor y productor de acero de la región", explica Rubio.
China: un gran riesgo para la producción de acero en la región. Alacero advierte que China representa un gran riesgo para Bolivia y para el resto de América Latina, no solo para la actividad siderúrgica, sino también para la actividad industrial y toda la cadena de valor del acero.
Las principales razones de este riesgo que indica la institución del acero son: que la industria siderúrgica de China fue desarrollada a partir de empresas propiedad del Estado y subsidios gubernamentales; lo que esto significa que las empresas privadas latinoamericanas compiten contra el gobierno chino, siendo un campo de competencia disparejo; actualmente tiene una sobrecapacidad del orden de 425 millones de toneladas que equivalen entre cinco a seis veces el nivel de consumo de acero de América Latina, esa sobrecapacidad se dedica a la exportación castigando los precios y causando un serio desequilibrio; por último la exportación de productos siderúrgicos de China se realiza bajo prácticas desleales de comercio, lo que facilita el desplazar a los productores nacionales latinoamericanos en sus propios mercados. Esta problemática también se está presentando por la devaluación del yuan en los últimos meses.
"Esta exportación a precios dumping y subsidiados ha sido sancionada por una gran cantidad de países, como Estados Unidos, Canadá, India, la Unión Europea, México, Chile y Colombia. En suma, China representa un gran riesgo a todos los países de América Latina, por lo que es importante que los gobiernos de la región, en coordinación con el sector privado, tomen las medidas necesarias para contrarrestar esa presencia en condiciones de comercio desleal. No hacerlo, implica la pérdida de producción y empleos", señala Rubio.
Además, agrega que varias empresas latinoamericanas ya han tenido que cerrar varias de sus líneas de producción, al igual que cancelar inversiones, por lo que el riesgo no es una cosa a futuro, sino que ya es una realidad.
Empresas han sentido un leve impacto negativo en sus ventas. En tanto, Waldo Heredia, gerente comercial de la empresa Las Lomas, indicó que las ventas en 2015 decrecieron en un 4%, explicando este leve bajón a la caída del precio internacional del barril del petróleo, la caída en los precios de los minerales y el ingreso de nuevos competidores en el mercado nacional que trabajan con productos de Brasil, China, Perú y Sudáfrica.
"El 2014 fue un muy buen año para nosotros y todo el sector, pero el 2015 no hemos podido igualar nuestras metas trazadas, haciendo que haya una baja del 4% y consideramos que este 2016 será similar al año pasado, porque hay una situación política un tanto de incertidumbre por el tema del referendo, además que Brasil y Argentina tienen una inflación fuerte y eso nos puede obligar a tomar algunas medidas económicas, entonces es incierto", dijo Heredia.
Las Lomas tiene una participación del 30% del mercado de acero en Bolivia y el volumen de las importaciones que tiene varía entre 5.000 a 6.000 toneladas mensuales de acero y sus derivados.
Por su parte, Ismael Morales, gerente general de Bohler, empresa que se dedica a la comercialización de aceros especiales para repuestos de maquinaria, vehículos y equipos, manifestó que actualmente su rubro se encuentra en una profunda crisis, ya que explica que hace cinco años llegaban a comercializar los productos entre $us 400.000 a 500.000 y actualmente apenas llegan a $us 20.000 cada mes o $us 140.000 al año.
"La industria nacional es nada a comparación de otros mercados, por eso es importante que la importación de aceros especiales destinados a la fabricación de repuestos y accesorios tenga un arancel cero como se lo hace en otros países y así se evitaría traerlos desde China, Brasil o Perú. El sector cañero ha tenido problemas al igual que el minero, entonces nuestros nichos de mercado se han achicado bastante perjudicando a nuestro rubro", señala Morales.
El empresario también comenta que la demanda de acero es el principal parámetro para medir la economía de un país.
También se refleja una merma en la importación de acero, además de hierro y otras manufacturas durante la gestión 2015.
En la gestión 2015
Importaciones de acero, hierro y sus manufacturas bajan un 17%
Comercio. Las importaciones de acero, hierro y sus manufacturas han descendido un 17% en su valor durante la gestión 2015 a comparación del 2014. De igual forma, el volumen importado bajó de 863.269 toneladas a 802.980 toneladas en el mismo periodo, así lo revelan los datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
En 2015 se logró importar acero, hierro y sus manufacturas por un valor de $us 776 millones, mientras que en 2014 fue de $us 939 millones, es decir que se ha registrado una contracción en las importaciones de estos materiales.
De acuerdo a la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), debido a la baja de los commodities y al ingreso de acero desde el gigante China, por lo que las siderúrgicas de la región han tenido problemas económicos.
En este marco, siguiendo con los datos del IBCE, Brasil es el principal proveedor de estos productos en Bolivia con un 29% de las importaciones, le sigue China con un 27,7%, Perú es el tercer mercado con un 14% de la torta y en cuarto lugar está Argentina con un 7%.
Conforman el total 92 países que importan acero, hierro y sus manufacturas a Bolivia, entre los que también se encuentran Estados Unidos, España, Chile, Alemania, India, Ecuador, Corea del Sur, México, Turquía, Colombia, entre otros.
El principal destino de estos productos dentro de Bolivia es el departamento de Santa Cruz con un 40% de las importaciones ($us 317,9 millones), le sigue el mercado de Oruro con un 24% de las compras ($us 190 millones) y La Paz con 22% ($us 175,3 millones). / MCV
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