El gigante proyecto del Mutún ubicado en la jurisdicción de Santa Cruz y considerado como un excepcional reservorio de hierro, hace más de siete años que no funciona como corresponde, bajo administración de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), después del cierre de operaciones de la empresa hindú Jindal Steel & Powers que sostiene hasta ahora un conflicto legal con el Estado y sin visos de una solución satisfactoria.
La Jindal operaba en la mitad del yacimiento del Mutún y de acuerdo al contrato original debía efectuar una inversión importante que supuestamente no cumplió, de ahí que se ejecutaron sus boletas de garantía. La empresa india debía invertir en un lapso de ocho años más de 2.000 millones de dólares, pero al no avanzar el proyecto por falta de dotación de gas para la siderúrgica del Mutún, se alteró el convenio y la Jindal perdió sus boletas de garantía, monto que reclaman ahora los trabajadores para cubrir la deuda existente mayor a cien mil dólares para cubrir los sueldos de casi 100 empleados entre administrativos y mineros que están impagos más de dos meses.
Uno de los ejecutivos de la ESM, justificó el retraso en el pago de salarios, señalando que "la empresa tiene que vivir de lo que vende y en este momento el precio internacional del hierro está bajísimo, y no hay ventas a mercados externos" se espera que autoridades de Gobierno puedan solucionar el problema y evitar perjuicios que se ocasionarían en el sector con medidas de presión de los trabajadores y ejecutivos impagos.
Nadie tiene explicación formal sobre el destino de los 18 millones de dólares que el Estado retuvo a la Jindal, un monto que debía ser utilizado para impulsar el proyecto, en esa fase de sostenimiento, mientras se encare decididamente el mega proyecto siderúrgico de explotar hierro y convertirlo en acero, un sueño de los bolivianos y de los cruceños en particular, con un rico yacimiento de hierro y funcionando como dijeron dirigentes sindicales "a menos de media máquina".
Algunos detalles relacionados con el proyecto del Mutún, muestran una serie de dificultades e interferencias en su desarrollo, como el cambio frecuente de ejecutivos, la falta de capital de operaciones, pese al anuncio del Gobierno de facilitar una fuerte inversión en ese proyecto, lamentablemente, como ejemplo, se menciona que una venta de hierro del Mutún al Brasil fue sólo de 25 y no de 50 mil toneladas programadas a un valor de 23 dólares por tonelada, cuando en la China se pagaba 128 dólares por tonelada (2014), una operación irregular con una pérdida para la ESM, de la que nadie se hizo responsable.
La situación es sumamente delicada en la ESM, donde la producción estuvo paralizada, funciona a media máquina, es sólo parte del mega proyecto ya que sólo se desarrolla en la mitad del yacimiento, la otra parte sin operación en tanto no se liquide el juicio con la Jindal. En síntesis el hierro del Mutún dista mucho para generar buenas regalías y quién sabe qué tiempo más para convertirse en acero. Solucionar este problema debe ser un desafió a la capacidad y voluntad de las autoridades de minería del país.
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