El presidente en ejercicio Álvaro García Linera confirmó el cierre de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) en espera de un crédito chino que se podría confirmar en el viaje que tiene previsto antes de fin de año. En conferencia de prensa señaló "se está cerrando el Mutún, tal como lo conocimos, con una administración que básicamente cuidaba y no producía nada, porque no está industrializado. Una vez que cerremos con la empresa china, más el crédito, ahí si se contratará gente, pero ya para una función específica de extracción de mineral y construcción de la industria siderúrgica".
Recordó que se firmó un contrato con la empresa india Jindal Steel & Power (JSP) por la presión popular que se ejerció en el lugar, luego de que fueran secuestrados cuatro ministros durante el primer año del actual Gobierno. Sin embargo, la empresa no cumplió con el plan de inversiones y utilizó el contrato que firmó con el Estado boliviano para subir el precio de sus acciones en la bolsa internacional, "estamos en un litigio con Jindal", dijo la autoridad.
La Procuraduría informó que está en curso un proceso de diálogo por el arbitraje que inició la empresa india por un monto aproximado de 100 millones de dólares.
Linera informó que hay avances importantes con una empresa china, que involucra tecnología y crédito para la producción de barrillas de acero para el mercado interno, principalmente, debido a la caída del precio que se registró en el mercado internacional.
TRABAJADORES OCUPAN LA EMPRESA. Según un despacho de la Red Erbol desde Santa Cruz, se conoció que un grupo de trabajadores de la ESM procedió a ocupar y cerrar la empresa para exigir la recontratación, además del pago de salarios devengados. Los trabajadores informaron que se encuentran en estado de emergencia, debido a que no les cancelaron su sueldo. El dirigente Mario Bustillos informó que las oficinas de la empresa siguen tomadas, "nos hemos cansado de tanta mentira, injusticia", dijo a tiempo de informar que les hicieron firmar un contrato hasta el mes de agosto, que debía durar hasta diciembre.
Asegura que hay, por lo menos, unas 430 mil toneladas de mineral listas para su venta, que representa un ingreso de unos 6 millones de dólares. Actualmente quedan unos 68 obreros, aunque otro grupo decidió dejar la empresa debido a la inseguridad. Lo que piden los trabajadores que ocuparon las instalaciones de la empresa es que se les garantice la estabilidad laboral, continuidad e inamovilidad y se les cancele los sueldos de agosto, luego de protagonizar varias movilizaciones para que se les cumpla con distintas obligaciones que tenía pendiente la empresa del yacimiento.
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